Una semana, mínimo un día sin clases; a veces dos o tres. Eso sin contar los días en los que se suman los feriados y jornadas como la "escuela abierta", muy habituales en nuestro país. Generalmente los paros caen en días miércoles y jueves, que justo son los días en los que tengo más carga horaria. No me malinterpreten: se agradece no tener clases un día o dos: ¿a quién podría molestarle dormir unas horitas más a la mañana? Pero el problema llega cuando los paros se extienden indefinidamente.
En Argentina es normal que el año lectivo, que comienza en marzo, arranque lleno de paros, manifestaciones y reclamos. Pero también es normal que el gobierno "preste atención" (sí, entre comillas, porque no creo que los anteriores gobernantes hayan sido unos santos) a los reclamos, y todo se resuelva dentro de uno o dos meses. Para mediados de abril, la mayoría de las manifestaciones suelen quedar atrás y el ciclo lectivo continuar con normalidad. Sin embargo, este 2018 los paros se están extendiendo hasta fines de junio, que es cuando estoy escribiendo esta entrada.
El problema principal que encuentro yo como estudiante en estos días de paros e incertidumbre a nivel nacional, es que el sistema educativo se ve profundamente afectado. Mi año académico está lleno de altas y bajas: los profesores ya no saben cómo hacer para que aprendamos, y a veces pueden pasar dos o tres semanas sin que tengamos clases de una asignatura. La única salida que nos queda a los estudiantes es no bajar los brazos y no tomar estos días como vacaciones, sino como un incentivo para desatar nuestra creatividad... y para estudiar por nuestra cuenta. Para superarnos día tras día a pesar de la adversidad.
Me están arrastrando hacia la mediocridad.
Me hundo en ella, pero no sin ayuda.
Siento una presión que me aplasta cada vez más.
Junio: otro paro.
Desde el mes de marzo no pude tener ni una sola semana entera de clases. Lo único que pude aprender en lo que va del año lectivo es que al estado argentino le importan poco los gritos del pueblo, que se ven ahogados una y otra vez.
Te dejo esta reflexión y te invito a comentarme cómo te están afectando estos días de paro.
Photo by Alexa Mazzarello on Unsplash
Photo by Alexa Mazzarello on Unsplash
Hola!
ResponderBorrarNo se si hablas de paros de docentes de primaria/secundaria o universitarios, pero por suerte en mi universidad los docentes adhieren a los paros pero no firman actas y van igual a dar clases. Queda en la moralidad y amor por la enseñanza de cada uno el ir a dar clases igual, pero tampoco podemos echarle la culpa a los paros el deterioro de la educación argentina, donde las modalidades de enseñanza no están actualizados y cada año que pasa queda más atrás del nivel educativo de las universidades. Hay cosas que en el curso de ingreso daban por sabidas de la secundaria y yo en mi vida había visto, y eso que fui a una privada pero con el modelo de polimodal que fue una gran y gorda metedura de pata educativa. El verdadero lugar de conocimiento, en mi opinión, son las universidades porque por lo demás, tristemente, está muy por detrás.
Lo único queda es no rendirse con los estudios, por más que pasen cosas en el camino el saber es lo más hermoso que tenemos como persona para crecer.
Creo que me fui de tema :p
Saludos!
En mi caso, estudio en tres institutos: uno terciario (pero a distancia, así que en ese aso no me afectan los paros), y otros dos que no están encasillados en ninguna de las opciones que mencionás, pero no dejan de ser institutos que dependen de la provincia de Santa Fe. A diferencia tuya, no creo que la universidad sea el único lugar en el que se puede aprender ni mucho menos. No estoy en contra de que los docentes paren: lo que me incomoda es que el estado no los escuche, ni a ellos ni a otros trabajadores. Por mi cuenta, sé que siempre voy a seguir estudiando, haya paro o no. ¡Gracias por leerme, Lu! Un beso ♥
BorrarParar, por qué parar? Muchos responsables. Y todos hablan de calidad educativa. Como estudiantes no es fácil tomar conciencia, dependiendo el nivel de estudios, de lo importante que estudiar, saber y saber hacer. Hoy nos enteramos de los recortes presupuestarios para los investigadores universitarios. También como destinan el dinero de proyectos a otras necesidades políticas. El docente pasa a ser el depositario de todos los males. El docente necesita de su salario, el investigador también, el pais necesita de ellos como pilares para hacer base de lo que se construya después. Dice el dicho "no hay peor sordo que quien no quiere oir". Hay muchos sordos responsables.
ResponderBorrarTe sigo leyendo.
Totalmente de acuerdo. No pienso culpar a los docentes, y seguro que el alumno que quiera estudiar va a hacer hasta lo imposible para lograrlo. De todos modos, me gusta disfrutar de tener un profesor en frente mío para poder sacarme todas las dudas referidas a lo que estoy estudiando, y con los paros la estoy pasando realmente mal. Ojalá el gobierno se dé cuenta de que la educación es lo más importante que le puede ofrecer a su pueblo.
BorrarGracias por leerme :)
Yo también tuve una reflexión sobre eso hace poco. De hecho estuve bastante embrocado con todos esos paros. A mi me dicen de que hay profesores que dan clases incluso aunque dicten un paro, en mi facultad no pasa eso ni a palo.
ResponderBorrarYo tengo una materia que esta dividida en dos profesores, uno nos dijo ya hace bocha que no iba a llegar a dar todas los temas y que ibamos a tener que estudiar en casa y tres semanas antes de que empiecen las mesas el otro profesor nos dijo que los ultimos dos temas tampoco iba a llegar a dar.
Sabes la bronca que me agarre? Porque... yo entendia y aun entiendo que hagan paros la razon por la que la hacen me parece valida. Pero lo que no me parece justo es que si la situación es complicada no me adaptes la materia mas o menos con todo lo que sucede. Cuatro semanas sin tener clases con esa materia, tirame un centro negro.
No se si a los profesores les descuentan algo o no por ir a clases, pero en mi forma de verlo (y siempre puedo estar equivocado, probablemente ahora lo este) el unico que sale realmente perjudicado es el alumno que quiere ir a estudiar y aprender para poder recibirse de lo que le gusta.
Tal vez la gota que rebalso mi vaso fue la vez que estaba rindiendo un parcial, que había sido postergado reiteradas veces por los mismos paros. En este parcial estaba un profesor que controlaba que se hiciera el parcial y despues llega otro a charlar con este profesor. El profesor de la materia le comento al recién llegado de que la semana que viene iba a haber paro toda la semana y que existía la posibilidad de que la siguiente a esa tampoco se dictara clases.
El profesor al escuchar esa noticia se alegro y festejo el hecho de que no tuviera que ir a dar clases...
Los alumnos somos los que la ligamos jevi, realmente jaja. Y sé que en la facultad es mil veces peor, porque no consideran adaptar el examen a los temas que se llegaron a explicar en la cátedra. Ojalá los gobernantes abran un poco los ojos, y dejen de hacer lo que todos sabemos que hacen.
Borrar¡Gracias por comentar, Fonzi!