Mi opinión sobre: "Nadie acabará con los libros" de Umberto Eco y Jean-Claude Carrière

SINOPSIS:

Hace muchos, muchísimos años, ya había mujeres y hombres que leían, y hoy seguimos haciéndolo. Ahí estamos, perdidos en las páginas de una buena novela o un poema que nos consuela, intrigados por las propuestas de un nuevo ensayo o echando un vistazo a ese libro ilustrado que reclama nuestra atención en la librería. Lo que sí ha cambiado es el soporte que acompaña los textos, y aun nos esperan nuevos cambios. Desde el papiro y los códices, el libro evolucionó hacia el papel, y un buen día, hacia 1450, el señor Gutenberg convirtió el libro en un placer accesible a la mayoría. Ahora los soportes multimedia ofrecen nuevas posibilidades de lectura y hay quien ya piensa con nostalgia en la textura del libro impreso, despidiéndose de él como de un amigo fiel que está a punto de irse para no volver. De estos temas trata Nadie acabará con los libros, una charla erudita y amena entre dos hombres que han escrito mucho y son ávidos lectores, que coleccionan libros y nos llevan a su biblioteca para comentar gustos y manías, para contarnos por qué hubo épocas en que las obras maestras florecían y otras en que la estupidez y la pedantería crecían a sus anchas, para explicarnos cómo funciona la memoria y cómo podemos hacer realmente nuestro lo que aprendemos. Lejos de ser una polémica a favor o en contra de las nuevas formas de lectura, este espléndido ensayo es un homenaje a todos los lectores y un estímulo para la inteligencia.

TÍTULO: Nadie acabará con los libros
AUTORES: Umberto Eco, Jean-Claude Carrière
EDITORIAL: Lumen
PÁGINAS: 263

ASÍ EMPIEZA EL LIBRO:

"Esto matará a aquello. El libro matará al edificio. Victor Hugo pone su célebre fórmula en boca de Claude Frollo, el arcediano de Notre-Dame de París. La arquitectura no morirá, pero perderá su función de emblema de una cultura en transformación. Cuando comparamos la arquitectura con el pensamiento que se hace libro, al que le basta un poco de papel, un poco de tinta y una pluma, ¿quién se ha de admirar de que la inteligencia humana haya abandonado la arquitectura por la imprenta?"

MI OPINIÓN:

Para empezar con mi opinión, primero tengo que aclarar que Nadie acabará con los libros no es una novela, sino un ensayo. En este ensayo encontramos básicamente una conversación entre dos sabios: un escritor y filósofo italiano (Umberto Eco), y un actor y guionista francés (Jean-Claude Carrière), entrevistados por Jean-Philippe de Tonnac. En este libro se tocan temas como la aparición de internet y su influencia en el filtro de la información, la interpretación de los textos, todos los libros que no leímos y qué hacer con nuestros libros una vez que morimos, entre tantas otras cosas que nos interesan a los lectores.

¿Por qué nadie acabará con los libros? Umberto Eco nos lo explica de una forma simple:

El libro es como la cuchara, el martillo, la rueda, las tijeras. Una vez se han inventado, no se puede hacer nada mejor.El libro ha superado la prueba del tiempo... Quizá evolucionen sus componentes, quizá sus páginas dejen de ser de papel, pero seguirá siendo lo que es.

Eco y Carrière son hombres muy sabios. Me sorprendieron (y de paso me abrumaron) con la cantidad de datos que aportan a lo largo del ensayo. ¿Cómo es posible que haya tanto por conocer y tan poco tiempo para hacerlo? Umberto Eco dice que los libros que hay en el mundo son demasiados con respecto al poco tiempo que tenemos a disposición para conocerlos. No se trata de leer todos los libros que se han producido, sino los más representativos de una determinada cultura. Se dice que la lectura es un vicio no castigado... Jean-Claude Carrière nos asegura que la finalidad no es ver a toda costa , o leer a toda costa, sino saber qué hacer de esa actividad, cómo obtener un alimento sustancial y duradero.

Otro tema bastante interesante que se toca en el libro, es la interpretación de los textos. Umberto Eco dice que no leemos a Shakespeare tal como escribió él. Nuestro Shakespeare es mucho más rico que el que se leía en sus tiempos. Para que una obra maestra lo sea, debe ser conocida, es decir, debe haber absorbido todas las interpretaciones que ha estimulado, que contribuyen a hacer de ella lo que es. Jean-Claude Carrière, aclara que toda lectura modifica el libro, es verdad, al igual que nos modifican los acontecimientos que vivimos[...] nuestros caminos vitales, nuestras experiencias personales, la época en que vivimos, las informaciones que recibimos, todo, incluso nuestros accidentes domésticos o los problemas de nuestros hijos, influyen en nuestra lectura de las obras antiguas.

De los dos hombres que participan en este ensayo, tomo partido por Eco, simplemente porque está más ligado a los libros que Jean-Claude Carrière. Este último relaciona todo con películas, precisamente porque es guionista, lo cual hace que no me sienta tan atraída por sus palabras como por las de Umberto. De todos modos me impresiona la cantidad de conocimiento que cargan los dos señores, y al mismo tiempo me intimida un poco. Si tuviera la oportunidad de conocerlos, probablemente me sentiría tan pequeña que ni siquiera podría pronunciar una palabra.

Recomiendo completamente esta lectura a todo el mundo. Es un ensayo que te hace un poco más sabio y con el que disfrutás aprendiendo datos desconocidos acerca de los libros. Luego de leerlo, mi ejemplar pasó a ser un post it andante. A continuación voy a intentar no abrumarlos con millones de frases y elegir solo cinco de cada uno de los autores.

FRASES ELEGIDAS:
De Umberto Eco:

La velocidad con la que la tecnología se renueva nos obliga, en efecto, a un ritmo insostenible de reorganización permanente de nuestras costumbres mentales.[...] Y cada nueva tecnología implica la adquisición de un nuevo sistema de reflejos, que requiere nuevos esfuerzos, y todo ello en términos de tiempo cada vez más breves.[...] Antes nos pasábamos meses aprendiendo a montar en bicicleta y, una vez lo habíamos aprendido, valía para siempre. Ahora, en cambio, tardamos dos semanas en entender algo de un nuevo programa informático y en cuanto empezamos a controlarlo, nos proponen, nos imponen, uno nuevo.

Hemos demostrado la superioridad de los libros sobre cualquier otro objeto que nuestras industrias de la cultura han puesto en el mercado en estos últimos años. Así pues, si tengo que salvar algo, fácil de transportar y que ha dado prueba de resistir a los ultrajes del tiempo, elijo el libro.

Los géneros literarios o pictóricos se crean por imitación e influjo. Pongamos un ejemplo. Un escritor empieza a componer, es el primero, una buena novela histórica que luego alcanza cierto éxito e inmediatamente se ve plagiado. Si descubro que puedo ganar dinero escribiendo una novela de amor, no renuncio a intentarlo yo también.

Cuando el Estado es demasiado poderoso, la poesía calla. Cuando el Estado está en plena crisis[...], entonces el arte es libre de decir lo que debe decir.

Para poder aceptar la idea de nuestro fin es necesario convencernos de que todos los que dejamos atrás son unos cretinos y que no vale la pena pasar más tiempo con ellos. El ser humano es una criatura verdaderamente extraordinaria. Ha descubierto el fuego, edificado ciudades, escrito magníficas poesías, dado interpretaciones del mundo, inventado mitologías. Pero al mismo tiempo no ha dejado de hacerle la guerra a sus semejantes, no ha dejado de engañarse, de destruir el ambiente que le rodea.

De Jean-Claude Carrière:

El saber es aquello con lo que cargamos y a menudo no nos resulta útil. El conocimiento es la transformación de un saber en una experiencia de vida.

Algunos sostienen que hay dos tipos de libro: el que el autor escribe y el libro del que se apodera el lector. Para mí, es interesante también el personaje que lo posee. Lo que denominamos su "procedencia". Ese libro "ha pertenecido a Fulanito".

[...]no hay nada más efímero que los soportes duraderos.

La prohibición crea una obligación.

La tecnología no es en absoluto una ventaja. Es una exigencia.

Y un plus de los dos autores que me hizo reír:
J.-C.C.: Solo una cosa sigue estando escrita a mano, pero no siempre: la receta médica.
U.E.: La sociedad ha inventado a los farmacéuticos para descifrarlas.

MI PUNTUACIÓN:

5/5