24 de febrero de 2023, Hamburgo
Y me vieron de vuelta como lo que soy. Ese monstruo, ese adefesio que no puedo ni mirar a la cara volvió a salir a la luz. No logró quedar oculto mucho tiempo, su naturaleza no se lo permitió. Marcas de uñas clavadas en la piel, sangre por donde mires. Me resistí, te juro que me resistí, pero el monstruo se abrió paso igual. Me abrió la piel desde adentro, me destrozó el cuerpo por completo. Ahora te hablo muerta en vida. Ahora el monstruo se apoderó de mí. Las lágrimas y la sangre se secaron, pero el terror sigue ahí. No sé cómo ni sé por qué, pero otros monstruos le van a seguir. Los siento en las venas. Los siento arder. Afuera la calle está gris. La neblina cubre todo, de nuevo no me deja ver. El frío me quiebra los huesos y no me permite caminar. Los dedos de las manos se están volviendo a entumecer. Escribo esto como señal de auxilio antes de que ya no pueda más. En Hamburgo la pesadilla acaba de empezar.
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