La única cara que espero que me sonría, se deforma y se vuelve contra mí. El momento del choque es difícil. La pared está llena de vidrios rotos y clavos oxidados que se insertan en mi pecho y se quedan ahí, esperando que me mueva para hacerme más mierda, para destruirme cada vez más hasta que me vuelvo agua y no queda nada de la chica que fui. Miro mi pasado en fotos que ya están gastadas. Siento la felicidad lejana. No entiendo en qué momento la vida me desarmó y me dejó atada en el infierno, impidiéndome salir para respirar. Abro los ojos día tras día esperando el momento de cerrarlos. Esa es la única meta. Algún que otro amanecer me miente y me hace reír, pero es solo para volver a empezar. Los vidrios y los clavos siguen ahí y no me dejan olvidar. No puedo olvidar.
Un texto muy triste y desgarrador...
ResponderBorrarGracias por leerme :)
BorrarEsta muy bueno, y muy triste...
ResponderBorrarQué bueno que te haya gustado :) A veces de los peores momentos salen las palabras más profundas. Un beso.
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