Fotoreseña: "Cajas chinas" de Maro & Mara

SINOPSIS:

Cajas chinas, muñecas rusas, fractales. Estructuras que llevan a una verdad: aquello más pequeño que está dentro es fiel reflejo de lo que contiene. ¿Estructuras que llevan a una verdad? ¿Aquello más pequeño que está dentro es fiel reflejo de lo que contiene? Una forma dentro de otra forma dentro de otra forma. Un lenguaje dentro de otro lenguaje dentro de otro lenguaje. El texto que se termina de construir en la imagen que se termina de construir en el diseño. Maro Vidal Varela y Mara Hitters han creado un engranaje en donde los personajes y nosotros, los lectores, somos llevados a ser cómplices: deberemos movernos dentro de espacios cada vez más pequeños para, juntos, terminar de construir una historia hecha de afectos compartidos. Hay libros en donde ficción y realidad se retroalimentan, éste es uno. Lo simple y lo complejo; lo abierto y lo cerrado; lo que encierra y lo encerrado; lo reiterado y lo diverso; lo cubierto y lo destapado; lo oculto y lo descubierto; lo velado, lo develado y lo revelado. Una obra en la que tendremos que abrir puertas, descubrir la siguiente capa, atravesar cada parte con ojo avizor para, al fin, comprender que aunque parezca igual, cada elemento tiene su particularidad. En el juego propuesto la sutileza de la diferencia es lo que lleva a la verdad, esa que está en el centro de todo, esa que palpita como corazón en Cajas chinas. Istvansch

TÍTULO: Cajas chinas

AUTORAS: Maro Vidal Varela (texto) y Mara Hitters (ilustraciones)

EDITORIAL: Albatros

PÁGINAS: 48

ASÍ EMPIEZA EL LIBRO:

“Hubo un tiempo en que los sentimientos no tenían nombre. Nadie podía nombrar a la tristeza, o a la alegría, o al miedo, ni siquiera al amor”.

MI OPINIÓN:

Compré este cuento allá por mayo, en la Feria del Libro de Buenos Aires, y tuve la oportunidad de hablar un rato con sus autoras, que se mostraron muy cariñosas con sus lectores y nos dedicaron a mí y a mi hermana su hermosa obra.

La historia trata sobre Sakura, una niña que, sin saber por qué, no puede evitar llorar cada vez que viene la lluvia. Entonces, su madre decide que es hora de que su hija encuentre las palabras para nombrar sus sentimientos, y le da la llave para que lo logre.

Muchas veces los sentimientos nos pesan más, precisamente porque no sabemos identificarlos, no sabemos darles un nombre. Esto es lo que nos dicen Maro y Mara en esta narración llena de ternura, nostalgia y, por qué no, amor. El cuento es cortito, pero no se dejen engañar: está lleno de significado en cada palabra y en cada ilustración. Como un plus muy curioso, a lo largo del libro aprendemos el significado de algunas palabras en japonés, como Sakura, que significa “flor de cerezo”.

En las primeras páginas del libro Mara Hitters, la ilustradora, deja una hermosa nota que dice “Dedicado a quienes ven el mundo con ojos inocentes y a quienes no tienen miedo de seguir siendo eternamente niños felices”, y esta frase deja bastante en claro la esencia de la historia. Con una edición muy cuidada (tapa dura y 48 páginas a todo color), especial tanto para un público adulto como para uno más infantil, este libro ilustrado es una joya que no puede faltar en tu estantería.

MI PUNTUACIÓN:

5/5

Les dejo por acá los links de las páginas de Facebook de las autoras:

https://www.facebook.com/MaroAndMara

https://www.facebook.com/marahittersilustradora